El pasivo corriente es un grupo de cuentas que se denomina por ser a corto plazo y se registra dentro de los libros de la contabilidad con el fin de ser presentado en el balance general de la empresa. Junto con el activo y el patrimonio encuentran la situación económica actual o a un determinado tiempo.
Cuando se trata de un pasivo corriente se refiere a deudas u obligaciones que se contrae por la compra de un bien o servicio a crédito, donde se deberá pagar dentro de un ciclo operativo normal, es decir, antes de un año.
Entrando al grupo del pasivo corriente encontramos a una partida muy popular e importante para el ente económico, estamos hablando de las “Cuentas por Pagar”, que son deudas establecidas con terceros por la adquisición de un producto o servicio, cuya condición a pagar es en un tiempo cercano.
¿Qué son las cuentas por pagar?
Las cuentas por pagar son pasivos corrientes que representan a una cantidad de dinero que se debe pagar en los próximos doce meses. Son deudas que se adquieren por razones principales a la actividad de la empresa (proveedores) o también por necesidades que se requieren (acreedores), por ejemplo, la compra a crédito de mercaderías, activos, servicios o cualquier otro bien que la empresa ha adquirido con la condición de pagarlo a corto plazo.
Algunas empresas categorizan a sus cuentas contables de forma más específica, en tal caso, si existe una cuenta exclusiva para las deudas de los Proveedores, entonces, las “Cuentas por pagar” excluye a todas las transacciones provenientes de mercaderías o servicios que son dejadas por compañías proveedoras. No obstante, quedarían integradas solo y únicamente aquellas cuentas por pagar que se adquieren por compras a crédito de activos o servicios que no están relacionados con los proveedores (es decir los acreedores). Mucho depende del criterio y uso de cuentas que maneja el ente económico.
Las cuentas por pagar por lo general son integradas en el pasivo corriente porque son operaciones que se cubren en un tiempo corto o a mediano plazo (menor a un año). Están dentro de un ciclo operativo normal, donde existe la conversión de efectivo antes o durante una misma gestión.
Las cuentas por pagar son partidas opuestas a las cuentas por cobrar, sin embargo, las cuentas por cobrar tienen la capacidad de ser convertidas en dinero antes de un año, cuya circunstancia permite cubrir las cuentas por pagar que la empresa se a adeudado.
Te puede interesar: CUENTAS POR COBRAR CORRIENTES
Clasificación de las cuentas por pagar
Las cuentas por pagar se clasifican de acuerdo al tiempo en el que se debe pagar la deuda, es decir, puede haber cuentas por pagar con mayor grado de exigibilidad y otras con menor.
Cuentas por pagar a corto plazo
Son aquellas cuentas a pagar que se vino mencionando en los párrafos anteriores. Se trata de endeudamientos con proveedores o acreedores, cuyo plazo o periodo establecido a pagar es menor a un año. También se reconocen por ser deudas con mayor grado de exigibilidad para la empresa, debido al tiempo relativamente corto o cercano que podría ser su pago.
Estos pagos posiblemente sean de forma periódica, ya sea diariamente, mensuales, trimestralmente, semestralmente o también pagos únicos, pero, que tenga un plazo de vencimiento inferior a un año.
Cuentas por pagar a largo plazo
Son cuentas por pagar que están dentro de otro sector del pasivo, denominado pasivo no corriente o no exigible. Se trata de deudas con proveedores o acreedores que determinan su pago hasta después de un año, es decir, son deudas que genera más tranquilidad para la empresa en cuanto a su cumplimiento de pago.
La rotación de las cuentas por pagar a largo plazo tiende a ser más duradera, por lo que da el tiempo suficiente para que la empresa se prepare con recursos económicos hasta dicho periodo.
En muy pocas ocasiones los proveedores o acreedores acceden a entregar una condición de pago a largo plazo, no obstante, dada la situación la empresa puede sacar ventaja de aquello.
Te puede interesar: CUENTAS PASIVO CORRIENTE Y NO CORRIENTE
Curso de Contabilidad