Los pasivos corrientes son partidas de la contabilidad que vienen representando a todas las deudas y obligaciones que adquiere o acumula una empresa con terceros. Son compromisos de pago que se esperan cumplir en un tiempo a corto plazo (antes de los doce meses).
Dentro del pasivo corriente se tiene una clasificación de cuentas donde se categorizan de acuerdo al grado de su exigibilidad, por lo general, las primeras cuentas son los proveedores, acreedores, impuestos a pagar, sueldos y salarios, etc.
Sin embargo, existen otros pasivos corrientes que resultan poco complicados de ser identificados a simple vista y no muestran una relevancia significativa, por tal motivo, se agrupan en una sola masa homogénea que se describen como “otros”. A continuación veremos de forma general a que se refieren estos otros pasivos corrientes.
¿Qué son otros pasivos corrientes?
Los otros pasivos corrientes son partidas o cuentas que integra el pasivo en contabilidad, cuya agrupación se consideran deudas a corto plazo, pero que resultan poco significativos para ser clasificados como cuentas separadas o de denominación propia. Sin embargo, son compromisos de pago que se presentan en el balance general dentro del pasivo corriente, solo que se separan de las partidas que llevan un nombre específico y se agrupan en una sola masa para ser registrados.
Las empresas que no logran identificar endeudamientos a corto plazo, toman la decisión de agrupar esas cuentas como otros pasivos corrientes. Es una práctica que se puede utilizar en contabilidad financiera y que muchos contadores lo deciden hacer, a fin de no complicarse con la identificación de aquellas cuentas que no reflejan suficiente significado.
Dentro del sector del activo, donde se encuentran los bienes y los derechos de la empresa, también podemos encontrar una agrupación de cuentas denominada “otros activos”. De la misma manera, los pasivos llevan un lineamiento que separa a sus partidas con las cuentas que mayor relevancia tiene para la compañía y deja por separado y en conjunto a aquellas partidas con menor grado de exigibilidad.
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¿Cuáles son los otros pasivos corrientes?
Para identificar con claridad cuáles son los otros pasivos corrientes, primero debemos conocer a los pasivos corrientes. Por eso a continuación veremos brevemente un concepto teórico y general de cada uno de estos componentes.
El pasivo corriente, también denominado pasivo exigible o circulantes es el grupo de deudas y obligaciones que una empresa tiene que cubrir antes de los doce meses. Son cuentas que tienen una denominación clara e identificable como por ejemplo, el pago a los proveedores, acreedores, préstamos bancarios a corto plazo, alquileres, sueldos y entre otros.
Cuando se trata de “otro pasivo corriente”, también nos referimos a las deudas y obligaciones que una empresa debe pagar antes de los doce meses, pero, son cuentas que no se identifican con una denominación única, en otras palabras, resulta complicado asignarles un nombre porque son poco habituales en su uso y además no son suficientemente importantes para la empresa.
Por lo general, los otros pasivos corrientes son partidas que en raras ocasiones se presentan dentro de la contabilidad, sin embargo, sus características demuestran que deben ser cancelados dentro de una misma gestión y por lo tanto se considera como parte de los pasivos corrientes. Su denominación se reconocida como “otro pasivo corriente” y se acumulara el valor a un monto ya existente o se realizara la apertura de la cuenta en caso de ser una transacción que no pertenece a las partidas que comúnmente se utiliza.
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¿A qué se debe el uso de los otros pasivos corrientes?
En la contabilidad financiera se tiene el objetivo principal de elaborar los estados financieros cada cierto periodo de tiempo. No obstante, resulta muy importante acumular y registrar todas las operaciones que maneja el ente económico para a si encontrar un resultado trasparente y con datos reales para la toma de decisiones.
Por tal razón, el uso de las partidas que se consideran como “otros pasivos corrientes” deben ser íntegros quieran o no, ya que todas las cuentas participan en la obtención de resultados y tienen la finalidad de ir a conocer una situación económica actual. Además, estas cuentas de “otros pasivos corrientes” se agrupan con el propósito de no hacer un listado más amplio dentro del informe financiero que se presenta (Balance General), es más, es una de las razones que simplifica un conjunto de cuentas ayudando a tener una mejor lectura en el informe.
En conclusión, el uso de los otros pasivos corrientes contribuye a una legibilidad y simplicidad en su presentación, ya que su naturaleza de estos pasivos no resulta lo suficientemente significativo como para ser denominado como una línea propia o tener un nombre representativo.
Algunos contadores nombran a este conjunto de cuentas como “otros pasivos financieros corrientes” cuando se trata de endeudamientos no identificables a corto plazo. Por otra parte, a las deudas por pagar que son a largo plazo los categorizan como “otros pasivos no financieros corrientes”. El nombramiento de esta agrupación de cuentas es insignificante ya que de todas maneras es un conjunto de cuentas que no se pueden identificar y se agrupan por ser partidas que menos uso común tienen.
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