Clasificación de los Pasivos Corrientes

Los pasivos corrientes representan a una agrupación de cuentas que la empresa debe pagar a terceros. Se consideran obligaciones de pago o endeudamientos a cancelar dentro de un periodo anual, es decir, antes de un año.

Los pasivos corrientes son conocidos también por ser pasivos circulantes o exigibles ya que su manera de actuar en el pago representa a un tiempo cercano y por ende provoca a que la empresa tenga los recursos necesarios a ese tiempo de forma exigible o indispensable. El pasivo corriente es un sector del balance general que se debe tomar atención oportuna para que se obtenga la liquidez suficiente en el corto plazo a fin de cubrir esas deudas u obligaciones que lo integran.

Por lo general, los pasivos corrientes se cubren con los activos corrientes de la empresa ya que estas cuentas tienen la intención de ser convertidas en dinero antes de un año, al igual que el pasivo son partidas contables que deben cumplir su objetivo antes de un año. No obstante, las empresas y su contabilidad financiera es consciente que los activos corrientes trabajan en conjunto con los pasivos corrientes, debido a que ese indicativo refleja la razón circulante o de efectivo que la empresa tiene a un determinado tiempo y del cual se conoce si la rentabilidad económica es positiva o no.

Por tal motivo, la presencia del pasivo corriente debe ser prestada con mucha atención y su clasificación debe tener una estructura fácil de identificar al momento de leer el informe financiero. Por esta razón, a continuación conoceremos la clasificación del pasivo corriente dentro de su informe de presentación (Balance General).

Clasificación de los Pasivos Corrientes

Los pasivos corrientes son clasificados de acuerdo al grado más exigible que pueda tener una cuenta contable. Sin embargo, todas las cuentas que se caracterizan por ser un pasivo corriente tienen el compromiso de su pago hasta los próximos doce meses siguientes desde su adquisición, pero, se clasificaran según la perspectiva de la empresa en función a su actividad.

A continuación citaremos una clasificación de pasivos corrientes que comúnmente se exponen dentro de los registros de la contabilidad:

Proveedores

Son deudas contraídas por la compra a crédito de un producto, materia prima o mercadería que estará destinada a ser vendida o fabricada para luego ponerlo a la venta.

Normalmente se obtiene una cuenta de “Proveedores” cuando existe una rotación de financiación dentro de la empresa, es decir, como una forma de financiación a bajo costo la empresa adquiere mercaderías para ir pagando a sus casas proveedoras dentro de un tiempo corto (de 30 días o incluso 90 días después), dándole un tiempo prudente para que la empresa pueda vender esos productos y con esa misma parte de los recursos cubrir a los proveedores.

Acreedores varios

Son deudas que se contraen por conceptos diferentes a los proveedores. Se trata de compras a crédito de bienes o servicios que la empresa entra en acuerdo con terceros comerciantes o empresas, comprometiéndose con su pago en un tiempo cercano.

Una cuenta de pasivo de esta naturaleza nace a raíz de una necesidad ya que estas compras no están relacionadas a la actividad principal que se desarrolla dentro del negocio o la empresa, sino, son compras a crédito por razones de urgencia, necesidad o circunstancia dada. Por ejemplo, si la empresa necesita un activo fijo y este es adquirido a crédito para pagar en cuotas, entonces, se considera “acreedores varios” ya que su naturaleza no está dentro de la actividad principal de la empresa.

Sueldos y salarios a pagar

Son obligaciones de pago que una empresa es responsable de dar a sus trabajadores por la prestación de su servicio laboral. Este compromiso de pago para la empresa es obligatorio y debe ser efectuada cada cierto periodo a intervalos fijos que no coinciden con la fecha del balance.

Aquellos salarios que los trabajadores no han reclamado o que no se hayan pagado por razones particulares, deberán ser incluidos dentro de esta cuenta ya que es una obligación innegable de cumplir y en algún momento será entregado al trabajador.

Impuestos por pagar

Son deudas correspondientes a la facturación que emite la empresa a sus clientes, es decir, por la venta de sus mercaderías se debe pagar un impuesto al estado. Estos impuestos son determinados según la actividad de la empresa y por lo general están establecidos a pagar dentro de un ejercicio contable.

Uno de los impuestos tributarios más conocidos en Latinoamérica es el IVA (Impuesto al Valor Agregado), sin embargo, cada País tiene una alícuota diferente a pagar y por ende las empresas pagan este pasivo corriente según donde radica su constitución y conforme al movimiento de sus actividades. De la misma forma, existen otros impuestos que impone el gobierno que deben ser pagadas.

Préstamos a corto plazo

Es un crédito que la empresa adquiere de una entidad o persona con la garantía correspondiente que este se devolverá en un tiempo menor a un año. Existen prestamos que se cubren en su totalidad dentro de una misma gestión, sin embargo, también puede haber prestamos que tengan una durabilidad total hasta después de los doce meses, pero, si se establece un plan de pagos cada cierto periodo de tiempo (menor a un año), se le considera una cuenta clasificada como pasivo corriente.

Pasivos diferidos a corto plazo

Se trata de obligaciones a cumplir por el ingreso de un dinero que recibió la empresa de un tercero. Es una obligación que provoca una responsabilidad que se debe entregar en un tiempo menor a un año.

Un pasivo diferido es reconocido por ser un dinero que se recibe de forma adelantada, estos pueden ser por la compra de mercaderías o de algún servicio que presta la compañía. Por ejemplo, en algunas ocasiones los clientes dejan pagando por sus productos anticipadamente a fin de recogerlo posteriormente, entonces, en esta situación se considera un pasivo corriente diferido a corto plazo.

Provisiones a corto plazo

Representa a un porcentaje de recursos económicos que la empresa reserva o guarda para estar preparada en caso de inconvenientes imprevistos en el pago de algún pasivo corriente.

Se le considera también por ser un dinero en efectivo que se destina a los gastos que la empresa podrá tener o si se amerita su uso por una obligación contraída en el pasado.

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